....Los experimentos demuestran que la Matriz está compuesta de una forma
de energía distinta a todo lo que hemos conocido en el pasado, razón por la
cual les tomó tanto tiempo encontrarla a los científicos. Llamada "energía sutil,"
sencillamente no funciona de la forma típica que lo hace el campo eléctrico
convencional. Más bien, parece ser como una red urdida estrechamente
que constituye el tejido de la creación que yo llamo la Matriz Divina.
De las muchas formas que podemos definir la Matriz Divina, quizá la más
sencilla es pensar en ella como tres cosas básicas: (1) el contenedor en
donde existe el universo; (2) el puente entre nuestro mundo interior y
exterior y (3) el espejo que refleja nuestros pensamientos, sentimientos,
emociones y creencias diarios.
Existen otros tres atributos que diferencian la Matriz Divina de cualquier otra
energía de su tipo. Primero, puede ser descrita como omnipresente todo
el tiempo...: ya existe. Al contrario de una emisión de televisión o de radio
que debe crearse en un lugar antes de ser enviada y recibida en otro lugar,
este campo parece ya estar en todas partes. Segundo, parece que este
campo se originó al mismo tiempo que la creación, con el big bang o como
sea que optemos por llamar el "comienzo." Obviamente, nadie estaba ahí para
decirnos lo que había desde antes, pero los físicos creen que la liberación
masiva de energía que sacudió nuestro universo para propulsarlo a su
existencia, fue el puro acto de crear el espacio mismo.
Como sugiere el Himno de la Creación del antiguo Rig Veda, antes del
comienzo "ni siquiera la nada existía entonces, ni el aire, ni el cielo.
" Cuando la "nada" estalló en el "algo" del espacio, nació la materia
entre la nada.
Podemos concebir la Matriz Divina como un eco de ese momento en que
el tiempo comenzó, así como un enlace constituido de tiempo y espacio
que nos conecta con la creación de todo. Es la naturaleza de esta conexión
omnipresente que permite la no localidad de las cosas que existen en el
interior de la Matriz.
La tercera característica de este campo, y quizá la que hace que sea tan
significativa en nuestras vidas, es que parece poseer "inteligencia."
En otras palabras, el campo responde al poder de la emoción humana.
En lenguajes de otras épocas, las tradiciones antiguas hicieron lo máximo
para compartir con nosotros este gran secreto. Inscritas en las paredes
de los templos, escritas en pergaminos deteriorados con el tiempo,
e imbuidos en las vidas de las personas mismas, nos fueron dejadas las
instrucciones que nos dicen cómo comunicarnos con la energía que
todo lo conecta. Nuestros ancestros intentaron demostrarnos cómo
sanar nuestros cuerpos e infundir vida en nuestros anhelos más
profundos y sueños más grandiosos. Es solamente ahora, casi 5,000 años
después de que estas instrucciones fueron registradas, que el lenguaje de
la ciencia ha redescubierto exactamente la misma relación entre nuestro
mundo y nosotros.La energía descubierta en estos experimentos
(y postulada en otros) es tan nueva que los científicos todavía no se han
puesto de acuerdo en un solo término para describirla. Por consiguiente,
hay muchos nombres diferentes que se han usado para identificar el campo
que todo lo conecta. Por ejemplo, Edgar Mitchell, antiguo astronauta del
Apollo, la llama la "Mente de la Naturaleza." El físico y coautor de la teoría
de supercuerdas, Michio Kaku, la describió como el "Holograma Cuántico".
Aunque estas son etiquetas modernas para la fuerza cósmica presuntamente
responsable por el universo, encontramos temas e incluso palabras similares
en textos creados miles de años antes de la existencia de la física cuántica.
Por ejemplo, en el siglo IV, los Evangelios Gnósticos también usaron la palabra
mente para describir esta fuerza y cómo "desde el poder del Silencio aparece
'un gran poder, la Mente del Universo, la cual conduce todas las cosas.."
Por muy distintos que suenen los nombres unos de otros, todos ellos
parecen describir la misma cosa: la esencia viva que es el tejido de nuestra
realidad. Es bajo este concepto que Planck se refiere a ella en Florencia, Italia,
a mediados del siglo XX. Durante una conferencia dictada en 1944 afirmó
que probablemente, no había sido comprendida por completo por los científicos
de esa época. En palabras proféticas tan revolucionarias en el siglo XXI, como
fueron entonces, Planck dijo: Como un hombre que ha dedicado su vida
entera a la ciencia más lúcida, al estudio de la materia, puedo decirles lo
siguiente, como resultado de mis investigaciones referentes a los átomos:
¡No existe la materia como tal! Toda la materia se origina y existe solamente en
virtud de una fuerza que hace vibrar las partículas de un átomo y mantiene unido
este minúsculo sistema solar del átomo... Debemos asumir tras esta fuerza, la
existencia de una Mente consciente e inteligente. Esta Mente es la Matriz de
toda la materia. Más allá de toda duda razonable, los experimentos y
discusiones de este capítulo nos demuestran la existencia de la Matriz de
Planck. Independientemente de cómo decidamos llamarla o a cuáles leyes
de la física se atenga, el campo que todo lo conecta es real.
Está aquí en este preciso instante, existe como usted y yo existimos.
Es el universo en nuestro interior así como el que nos rodea, el puente cuántico
entre todo lo que es posible en nuestras mentes y lo que se convierte en realidad
en el mundo. La Matriz de la energía que explica por qué estos tres
experimentos funcionan como lo hacen, mientras también demuestra cómo
los sentimientos positivos y las oraciones en nuestro interior pueden ser tan
efectivos en el mundo a nuestro alrededor.
Pero, nuestra conexión con la Matriz de toda la materia no se detiene ahí...,
continúa en todas las cosas que no podemos ver. La Matriz Divina está en
todas partes y en todas las cosas. Desde el ave que surca los cielos, hasta
las partículas cósmicas que pasan a través de nuestros cuerpos y hogares
como si fuéramos espacio vacío, toda la materia existe en el mismo
contenedor de la realidad: la Matriz Divina. Es lo que llena el vacío entre usted
y laspalabras en esta página. Es lo que constituye el espacio mismo. Cuando
usted piensa en laMatriz y se pregunta dónde está, puede estar seguro que
dondequiera que hay espacio, también se encuentra esta energía sutil.
¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?
Al igual que un gran secreto que todo el mundo presume y del cual nadie habla,
a través de la Matriz Divina estamos todos conectados en la forma más íntima
imaginable. Pero, ¿qué significa en realidad esta conexión? ¿Qué implica que
estemos tan enmaraña- dos con nuestro mundo y con las vidas de los
demás que compartimos el puro espacio cuántico, en donde reside la
imaginación y nace la realidad? Si en verdad no somos más que
simplemente espectadores casuales, observando mientras nuestras vidas y el
mundo"transcurre" a nuestro alrededor, entonces ¿qué tanto "más" somos?
Los experimentos previos nos demuestran que hay un poder en el interior de
cada uno de nosotros, que es distinto a cualquier otro que haya sido creado por
una máquina en un laboratorio. Es una fuerza que no está sujeta a las leyes de la
física, por lo menos no a las conocidas en la actualidad. Y no necesitamos un
experimento de laboratorio para saber que esta conexión existe.
¿Cuántas veces ha estado a punto de llamar a alguien por teléfono para descubrir
que esa persona ya estaba en la línea cuando usted tomó el auricular... ¡o cuando
marcó el número lo encontró ocupado porque esa persona lo estaba llamando al
mismo tiempo!? ¿En cuántas ocasiones ha estado disfrutando con amigos en una
traficada calle, centro comercial o aeropuerto, y ha sentido la extraña sensación
de que ya había estado antes en ese sitio o con esas personas, haciendo
exactamente lo mismo que estaba haciendo en ese momento?
Aunque estos sencillos ejemplos son temas divertidos de compartir, son más que
coincidencias aleatorias. Aunque no podemos probar científicamente por qué
ocurren estas cosas, todos sabemos que ocurren. En dichos momentos de
conexión y deja vu, nos descubrimos transcendiendo espontáneamente los
límites impuestos por las leyes físicas. En esos breves instantes, recordamos que
quizá hay más en el universo y en nosotros de lo que podemos reconocer
conscientemente.
Este es el mismo poder que nos dice que somos más que observadores en este
mundo. La clave para experimentarnos de esta manera, es crear estas
experiencias intencionalmente, sentir esas visiones transcendentales cuando
deseemos tenerlas en vez de que simplemente parezcan "ocurrir."
Con la excepción de unas cuantas personas privilegiadas entre nosotros,
parece haber una muy buena razón para que no estemos en dos lugares
simultáneamente, viajando a través del tiempo y comunicándonos más
rápidamente de lo que las leyes de la física lo permiten: todo se reduce a las
creencias que tenemos respecto a nosotros mismos y a nuestro papel en el
universo.
Somos creadores, más aun, somos creadores conectados. A través de la
Matriz Divina, participamos en el cambio constante que le da significado a
la vida. La cuestión ahora no es tanto si somos o no observadores
pasivos, sino cómo podemos crear intencionalmente.....
La Matriz divina (Gregg Braden)